Un gran enemigo
Aunque en esta ocasión el tema no es nutricional, me parece que la importancia que tiene es para hacerle un hueco en esta página.
Con el tiempo que comienza a hacer, aumentamos los paseos de nuestros peludines, nos vamos al campo a pasar el día, y a que ellos se relajen y corran que también lo necesitan.
¡Pero ojo! Es muy importante en que zonas decidimos llevar a nuestros animales.
El buen tiempo y las zonas de pinos que se situan cada vez más cerca de los nucleos urbanos son las
condiciones ideales para el desarrollo de unos seres para nada amigables que son las procesionarias.
Las procesionarias, a pesar de su pequeño tamaño, son capaces de causar grandes problemas para nuestros amigos. Esto se debe a que las orugas tienen recubierto su cuerpo de pelos urticantes, que liberan ante la sensación de sentirse en peligro, de manera que para causar el problema no tiene por qué existir un contacto íntimo.
Este peligroso insecto puede provocar urticarias y alergias, ( que afectan tanto a los animales como las personas) cuyos signos son fácilmente detectables por los dueños, observándose una inflamación
del hocico, enrojecimiento y signos de molestia y dolor por parte del animal. Pueden causar incluso, necrosis de la lengua, lesión de la laringe y asfixia del animal finalmente su muerte. Aunque este es el caso más extremo; debemos considerar el peligro que supone la procesionaria del pino, de manera que ante la sospecha del contacto con una de éstas orugas se debe de llevar cuanto antes y con urgencia al veterinario.